LAS MERINDADES
(ARTE Y NATURALEZA)
El viaje lo haremos mi marido y yo, mis hijas en esta ocasión
no nos acompañan.
Salimos tempranito como siempre, parar en el camino a tomar
algo, para mi, forma parte de mi ritual vacacional.
Tenemos suerte, el tiempo nos acompaña y nos acompañará
durante nuestro viaje.
Emprendemos camino sobre las 8.30 de la mañana, y, a mitad de
camino en Tordesillas paramos a desayunar. Sobre el mostrador los pinchos
típicos de la zona, entre ellos, torreznos, y a mi, que me encantan, pido uno
que fui incapaz de terminar. Nos apuntamos el sitio, porque nos pareció bueno para parar a la vuelta.
Llegamos a Oña sobre las 14 horas, allí era donde teníamos el
campamento base, y desde donde nos
íbamos a mover al resto de los lugares que teníamos pensado visitar. Dejamos
nuestras cosas en el Hotel y nos fuimos a pasear por el pueblo.
Primera parada, oficina de Turismo, en la plaza del pueblo.
En la misma plaza se encuentra el Monasterio de San Salvador,
de estilo Gótico, edificado sobre ruinas románicas de las que quedan algunos
restos, como alguna ventana en la
fachada principal. Lo más destacable es
su claustro de estilo Gótico Flamígero con sus arcadas hechas con finas
columnas que parece que van a romperse de un momento a otro.
En la misma plaza también se encuentra la iglesia de San Juan
pero que no pudimos visitar por encontrarse cerrada.
Después como era temprano, y para no perder ni un minuto, nos
fuimos a Frías, que bonito el pueblo; dejamos el coche en la parte baja y
subimos andando una cuesta desde donde se ven las casas colgadas, que desde
luego nada tienen que envidiar a las de Cuenca; de hecho me gustaron mas.
Subimos y llegamos a la Iglesia de San Vicente Mártir, desde
allí pasando la explanada se encuentra el Castillo al que se accede por el
puente levadizo. Desde la torre de homenaje hay unas fabulosas pistas del
pueblo y del Valle. Bajamos por sus calles típicas, pegadas a la piedra, sobre
la que se eleva el castillo, como un autentico guardián. Hay algunos bares al
abrigo de las rocas, donde tomarse algo es un autentico privilegio.
Salimos del pueblo y pasamos por el puente romano, que decir
que nada tiene que que ver con el de Alcántara,
pero claro tiene su encanto. De aquí nos vamos a Tobera que es un pequeño
pueblo que pertenece a Frías.
Es un pueblo precioso divido en dos por el rio Molinar, llama
su atención las cascadas en medio del pueblo, que le dan un gran encanto. A las
afueras de Tobera se encuentra la ermita románica de nuestra Señora de la Hoz y
delante el Santuario del Cristo de los Remedios a los que se llega pasando un
pequeño puente medieval, los tres forman una preciosa estampa.
De vuelta a Oña, nos desviamos a la derecha y vemos un
lavadero de aguas cristalinas.
La jornada había terminado, nos fuimos al hotel, cenamos, y a
reponer fuerzas para el día siguiente.
DIA 29 AGOSTO
Comenzamos nuestra aventura temprano, después de un buen
desayuno. Nuestros destinos hoy son: monumento natural de Ojo Guareña, Puentedey y Medina de Pomar, parando por
supuesto en aquellos lugares que nos parezcan de interés.
Llegamos pronto a Ojo Guareña que es un complejo kárstico
donde visitamos la cueva y la ermita de San Bernabé (aunque en realidad es de
San Tirso y San Bernabé). La cueva de la Palomera que también está allí, no la
visitamos porque la visita duraba de 2 a 4 horas. Los paisajes espectaculares.
Interior de la Iglesia de San Tirso y San Bernabé
Nuestro siguiente destino es Medina de Pomar, pero claro,
pueblo que pasamos y que tiene una iglesia románica, pues paramos para verla.
Medina de Pomar es el pueblo más grande que hemos visitado y
que vamos a ver durante nuestro viaje. Aquí donde primero nos dirigimos es al Alcázar
de los Condestables; tuvimos que esperar
porque estaba cerrado. El interior del Alcázar está completamente reformado, se
usa como museo y alguna de sus salas para exposiciones y conferencias. De aquí
vamos al Monasterio de Santa Clara. Este monasterio dedica una de sus alas a Hospedería,
el resto lo forman la iglesia y un museo. En el museo lo que más me ha llamado
la atención ha sido una espectacular talla de un Cristo Yacente de Gregorio
Fernández del S.XVII.
Al lado del monasterio, esta la ermita románica de San Millán,
dedicada a centro de interpretación del Arte románico y de la que solo vimos el
exterior porque se encontraba cerrada.
Continuamos nuestro camino y el primer pueblo en el que
paramos es Escaño, su pequeña iglesia románica de San Salvador nos recuerda un
poco a San Pedro de Tejada, más estilizada que el resto de las que hay por la
zona. Una pena encontrarla cerrada, solo pudimos admirar el exterior.
Seguimos nuestra andadura y siguiente pueblo Ciguenza donde paramos a tomar un café y de camino vemos el exterior de la Iglesia de San Lorenzo, que es del siglo XVIII.
Seguimos nuestra andadura y siguiente pueblo Ciguenza donde paramos a tomar un café y de camino vemos el exterior de la Iglesia de San Lorenzo, que es del siglo XVIII.
De regreso, queremos ver algo diferente, sabemos que por la
zona hay muchas cascadas, y aunque nos han dicho que la mayoría llevan poco
agua, queremos comprobarlo por nosotros mismos. Llegamos a la Cascada de
Pedrosa de Tobalina, se encuentra en el mismo pueblo y es apta para el baño, un
lujazo bañarse en esa agua cristalina mientras admiras el paisaje que te rodea.
El agua al caer ha ido excavando la roca dejando grandes huecos en ella; a los
pies de la cascada el agua ha formado una espectacular poza.

Cascada de Pedrosa de Tobalina
Pasando al otro lado de la cascada, se encuentra el pueblo de la Orden de Tobalina, allí hay una pequeña iglesia románica donde lo más destacable es su ábside, cuyo exterior está recorrido por una arquería ciega.

Cascada de Pedrosa de Tobalina
Pasando al otro lado de la cascada, se encuentra el pueblo de la Orden de Tobalina, allí hay una pequeña iglesia románica donde lo más destacable es su ábside, cuyo exterior está recorrido por una arquería ciega.
De aquí ya, directos al hotel a descansar, pero antes, en
nuestro camino se cruza otro pueblo
Santa Olalla, donde está, la iglesia de San Isidoro de los siglos XVI y XVII,
de estilo barroco.
DIA 30 DE AGOSTO
Tempranito arriba, hoy tenemos un largo y esperamos que
fructífero día por delante.
Nuestro objetivo es llegar a Orbaneja del Castillo, un pueblo
que nos han dicho que es espectacular. Pero ya sabemos que antes de llegar a
nuestro destino haremos algunas paradas para visitar, una de las cosas que nos
ha llevado a este destino, las iglesias románicas de la zona.
La primera parada es en San Miguel de Cornezuelo para visitar su iglesia románica de san Miguel Arcángel del siglo XII. No pudimos visitar el interior por estar cerrada
La segunda parada será en Crespos, allí su pequeña iglesia, un verdadero tesoro, estaba abierta, así que pudimos visitar su interior. Esta pequeña iglesia es una muestra de cómo son la mayoría de las iglesias románicas de la zona, completamente limpia por dentro, sin ninguna decoración salvo la arquería ciega que recorre el ábside. Después de deleitarnos con la visión de esta pequeña joya, continuamos hacia Orbaneja del Castillo.
Nuestra llegada al pueblo es a través de una carreta que sube y sube y nos va dejando unos paisajes espectaculares. Cuando llegamos al pueblo, dejamos el coche en el parking, y aquí nos damos cuenta que este pueblo es bastante más turístico que los demás, muchos coches y autobuses.
Empezamos la visita, y a unos 100 metros del parking, una enorme cascada baja desde lo alto del pueblo atravesándolo, un autentico espectáculo para la vista. Subimos al pueblo, siguiendo el recorrido de la cascada y llegamos hasta lo alto donde sacamos una entrada para ver la cueva del Agua, donde se ve por donde brota el agua de la cascada. Recorremos el pueblo que se encuentra rodeado de montañas y hacemos una pequeña ruta para verlo desde lo alto, espectacular, maravilloso, mágico, todo lo que diga es poco.
Después de recorrer el pueblo y tomar algo en la plaza a la
sombra de las montañas que rodean el pueblo, seguimos camino de vuelta.Pasamos por Escalada y dando a la carretera su Iglesia Santa María
La Mayor, paramos para contemplar su magnífica portada.
Nuestro destino son las ruinas del Monasterio de Santa María
de Rioseco, este monasterio cisterciense comenzó a construirse en el siglo XIII
y XIV, pero a lo largo de la historia ha sufrido muchas remodelaciones; sin
embargo este espectacular monasterio empezó su decadencia y abandono después de
la desamortización de Mendizábal,
quedando en el olvido hasta el 2008, en que un grupo de voluntarios
comenzó su reconstrucción.
PORTADA |
ARQUIVOLTAS |
Pasamos por el desfiladero de los Hocinos y llegamos a San Pedro de Tejada, decidimos aunque hace
mucho calor y son las 5 de la tarde, ir
andando hasta la iglesia que está a 1 kilometro. La iglesia es propiedad privada
y pagando 2 euros puedes entrar y una guía te la explica estupendamente, el
único problema es que no te dejan hacer fotos en el interior. Esta iglesia una
de las más representativas del románico Burgalés, consta de una sola nave, con
ábside semicircular, destaca su esbelta torre. En el interior los ajedrezados
aun conservan restos de policromía. En el exterior la decoración se extiende
por canecillos, portada y capiteles y arquivoltas, destacando decoración
vegetal, de escenas bíblicas y también algunas eróticas.
Seguimos ruta hasta El Almiñe, allí nos espera la iglesia de
San Nicolás, otra de las representativas del románico Burgalés y que sigue la
línea de la de san Pedro de Tejada, aunque esta ha sufrido más ampliaciones que
la anterior. De ella destaca sobre todo la torre y una ventana con hueco tipo
saetera, con arquivoltas que descansan en columnas.
De vuelta al coche decidimos que por hoy, ya está bien, pero
claro si pasamos por algún sitio y desde
la carretera vemos que hay una iglesia que puede tener interés, pues nada,
enseguida se oye “Diego, para, para, una iglesia”; y Diego reacciona
rápidamente, da un volantazo y aparca. Y allí estamos de nuevo ante la iglesia
de San Pedro en Condado, de ella queda poco románico, prácticamente una portada
que ha sido cegada y una ventana.
Ya casi llegando a Oña, paramos por Tartales de Cilla, un
pequeño pueblo al que hay que subir durante un kilometro por una carretera muy
estrecha y por donde solo cabe un coche. Allí un poco despistados buscamos el
eremitorio de San Pedro, que por cierto se encuentra en el quinto pimiento, y
aunque es curioso de ver, no merece el esfuerzo.
Ahora sí, ya nos vamos
al hotel, creo que el día nos ha cundido, hemos visto muchas cosas y hemos
disfrutado mucho, muchísimo.
DIA 31 DE AGOSTO
Hoy nos toca la vuelta a casa, nos queda un largo trayecto,
pero estamos cansados y no queremos parar a visitar nada, por lo que solo
pararemos a comer en Tordesillas. Como ya lo conocemos, solo damos un paseo por
su plaza antes de comer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario